La publicidad transmediática y el uso de las redes sociales

Inmersos ya de pleno en la era digital, la aseveración de que ‘el cliente es el rey’ cobra la máxima dimensión gracias a las posibilidades de interconectividad y multimedialidad que las personas atesoran, sobre todo en aquellas culturas socialmente más avanzadas.

Es, en ese contexto, donde quiero poner de manifiesto la necesidad, diría que la imperiosidad, que se vive en el ámbito de la publicidad de apostar definitivamente por la transmedialidad en las campañas publicitarias.

Hemos de preguntarnos en qué medida en nuestro país se usa este recurso y, de qué manera se integra el uso de las redes sociales en las campañas transmediáticas. Incluso, avanzando un paso más, podemos preguntarnos qué tipos de redes sociales son las más efectivas en función del tipo de interacciones que cada una de ellas consigue.

Con el uso masivo de la interactividad por parte de gran parte de la sociedad (en los países con un desarrollo amplió de la banda ancha), el proceso clásico de la comunicación por el que se vehiculaba el mensaje (emisor-canal-receptor) transmuta de la antigua unidireccionalidad hacia la multiplicidad de conversaciones, teniendo importantes consecuencias en la creación de los contenidos, también de los publicitarios.
La interactividad plantea la posibilidad del receptor de modificar los relatos que recibe del anunciante. Es por eso que la apuesta debe centrarse en potencia la narrativa transmedia apostando por un proceso de inmersión a través de diferentes plataformas. El transmedia exige que el usuario participe. Ya no es una opción. Es una necesidad para que el éxito de la campaña. Los usuarios deben convertirse en cocreadores.
La utilización de las redes sociales para la expansión de los relatos se vislumbra como vital. Engrandecen el proceso comunicativo, lo viralizan y se hace de manera cuasi instantánea.

Diferentes estudios científicos han intentado medir la intencionalidad de esta actividad publicitaria para saber si hay diálogo y, en qué medida, éste es positivo. La primera pregunta es si el receptor asume, o no, el rol de emisor. Otros estudios, focalizados en los medios de comunicación, apuntan la no potenciación de esas conversaciones. Frente a la interacción de los usuarios no se vislumbra interacción por el usuario primigenio, en ese caso el medio de comunicación.

En el campo de la publicidad empiezan a llegar algunos estudios, sobre todo desde Estados Unidos, que están midiendo el nivel de eficiencia de esas acciones transmediáticas, especialmente la desarrollada en las redes sociales. Hasta ahora el foco se ha puesto en Facebook aunque el rápido crecimiento de otras redes, como Instagram, hace necesario ampliar los campos de investigación.

Hasta la fecha, al menos en España, la monetización de la inversión en publicidad transmediática no es muy exitosa. Al menos así lo atestiguan algunas investigaciones atendiendo no sólo al volumen de conversaciones generadas, sino también al nivel de cocreación de las campañas, a la modificación de los contenidos y mensajes, a la difusión mediante la viralización de los contenidos.

La medición del éxito de este tipo de campañas publicitarias ya no se plantea simplemente con un alto nivel de respuesta a través exclusivamente de los likes. Se debe potenciar el desarrollo de ‘memes’, de evolución en los contenidos narrativos, de cocreación en los relatos que deben ser abiertos, etc. La potenciación de nexos de relación más estrechos con las audiencias pasa por niveles de implicación mayores.
Para ello, la construcción de los relatos que se enmarcan en esas campañas deben ser especialmente construidos para los distintos tipos de públicos pero con algunos elementos en común: la utilización de la emotividad y la apuesta por los elementos persuasivos.

Doctor Joaquim Marquès

Twitter: @Quim_Marques

La importancia del coaching ejecutivo

Según la ICF (International Coaching Federation) el concepto de coaching es definido como:

“Una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas.”

Lo cierto es que, actualmente, en España y en países de habla hispana la curiosidad por el coaching está en auge y, como consecuencia de esto, son ya más de 1.200.000 referencias en español en Internet.

Concretamente el coaching ejecutivo está considerado, a día de hoy, como una herramienta eficaz para el crecimiento de las organizaciones. Una disciplina enfocada a la obtención de los mejores resultados de éxito en la empresa.

Lo que se propone el coach es que su cliente logre todas las metas que se plantee. Una metodología cada vez más común, puesto que son muchas las horas que el personal de cualquier plantilla comparte.

Es por esto que el proceso de coaching se está consolidando como una de las mejores inversiones para lograr objetivos y metas de la organización; ya que se consigue obtener el mayor partido del personal, además de lograr una completa integración de los equipos de trabajo.

Y es que, todos tenemos objetivos, pero ¿sabemos cómo alcanzarlos? En ocasiones la incertidumbre puede anular nuestras habilidades y capacidades de organización para lograr los objetivos. Un programa de coaching está especialmente diseñado para ayudar a las personas en estos momentos de incertidumbre, en los que necesitamos potenciar nuestro rendimiento.

Está claro que una inversión en coaching ejecutivo por parte de cualquier organización no es dinero desaprovechado; es más, a corto plazo se pueden manifestar los primeros resultados positivos de esta disciplina.

Los ‘millennials’ imponen las nuevas reglas de juego

Los ‘millenials’, aquellas personas nacidas entre principios de los años 80 y finales de los 90, están dispuestos a revolucionar el mundo de los negocios. Se trata de una generación de nativos digitales, multipantalla y multiispositivo, es decir, con una enorme capacidad por hacer varias cosas a la vez.

Poco a poco, esta generación de jóvenes altamente preparados y exigentes van marcando las pautas de un nuevo entorno en las oficinas en el que reina la flexibilidad y las áreas comunes para los trabajadores. Una dinámica de trabajo muy diferente a la que muchas grandes empresas no estaban o están acostumbradas.

Para esta generación las oficinas tradicionales ya son cosa del pasado. Los millennials reivindican cambios a los líderes empresariales. Son partidarios de fomentar espacios colaborativos ya que creen que así pueden aumentar la productividad y los beneficios de la compañía.

Tampoco creen en los sitios fijos. La posibilidad de trabajar desde cualquier lugar con conexión a Internet, ya sea dentro o fuera de la oficina, es mucho más importante que un sueldo alto. Están convencidos de que el tiempo que se pasa en la oficina no es directamente proporcional a la productividad, sino que puede originarse precisamente el efecto contrario. Y ya que las nuevas tecnologías nos lo permiten, ¿por qué no trabajar desde donde uno desea o rinda mejor?

La pertenencia a una comunidad es otro de los factores clave para esta generación. Y es que, posiblemente, no existe millennial que no tenga, mínimo, un perfil en redes sociales. Por este motivo espacios comunes como la cafetería o zonas de reunión u ocio son clave para desconectar del trabajo, relacionarse y recargar pilas.

Sin lugar a dudas, la cultura organizativa está cambiando. Los líderes empresariales están introduciendo cambios en las áreas de trabajo, adecuando sus negocios a las necesidades de sus equipos. Cumplir con esta demanda no es tarea fácil, pero así son los millennials, una generación muy bien preparada, social, inquieta y con una enorme capacidad crítica. Está claro que la primera generación crecida en la era de Internet tiene aún mucho por decir.

Todos pueden (pero no deben) ser Community Manager. ¿Por qué?

Internet y Social Media han generado nuevas oportunidades en el mercado laboral, un escenario que ha provocado la aparición de nuevas profesiones para cubrir las necesidades creadas en el entorno digital.

En los últimos 4 o 5 años la demanda de Community Managers por parte de las empresas ha aumentado considerablemente, y más aún en la oferta formativa en forma de seminarios, cursos especializados e incluso posgrados y másters.

Lo cierto es que gestionar la relación con los clientes potenciales, así como la reputación digital de la empresa no es algo que cualquier perfil pueda asumir. La realidad es que hoy en día se ha convertido en una de las prioridades en las estrategias de las empresas y, a la vez, es también una oportunidad para los apasionados del mundo digital.

Pero no todo vale, el Community Manager debe ser la voz de la empresa. Es decir, debe alinear la estrategia de la compañía al marketing en redes sociales.

Por este motivo no hay que dejar el puesto de Community Manager al becario, familiar o conocido de turno, tal y como ocurre en muchas empresas; es, sin lugar a dudas, una vía más económica, irresponsable y rudimentaria que tarde o temprano acaba perjudicando a la compañía, ya sea por una comunicación inadecuada o por unos resultados insuficientes.

Es un tema de larga discusión, que afecta a muchas empresas, al creer que cualquiera puede hacer de gestor de comunidades en línea. Sin embargo, como en cualquier profesión, para ser Community Manager se requieren ciertos estudios y conocimientos especializados.

Un buen gestor de comunidades en línea es aquel que no solo comparte contenidos y responde a la comunidad, sino que se alinea con la estrategia de la empresa, es capaz de gestionar crisis reputacionales, diseña y produce contenidos (ilustraciones, infografías, artículos…), analiza los resultados obtenidos y tiene la capacidad de reaccionar inmediatamente.

En definitiva, para desempeñar correctamente la labor de Community Manager hay que dominar múltiples campos y estar dotado de ciertas aptitudes, siempre y cuando se quiera estar a la altura de la tarea que le ha sido encomendada.

Alta demanda de perfiles Social Media y SEO

Actualmente existe un importante crecimiento de negocios online, pese a las preocupantes cifras de desempleo que perduran en nuestro país. Internet y las redes sociales generan constantemente nuevas oportunidades en el mercado laboral, dando respuesta a la alta demanda de profesionales en Community Manager o SEO.

A día de hoy cada vez es más habitual oír hablar de puestos de trabajo relacionados con Social Media o Internet en general. Debido a las tendencias del mercado son muchos los modelos de negocio tradicionales que están evolucionando hacia el entorno digital, donde la gestión de comunidades o la creación y desarrollo de contenidos digitales son pilares fundamentales en la estrategia empresarial.

Para ello, la empresa requiere la incorporación de personal cualificado al respecto. Por lo tanto, formarse en este sector es una clara oportunidad laboral.

El Posgrado en publicidad, marketing y Social Media de ENEB permite al profesional hacer frente a las nuevas demandas del mercado, ayudando a encontrar los métodos más eficientes y adecuados para aprovechar las oportunidades en comunicación, publicidad, visibilidad.

Incuestionablemente, un perfil destacado en SEO y/o Social Media es, por un lado, fundamental en la estrategia de toda organización y, por otro lado, una muy buena apuesta de futuro a nivel individual.

La comunicación no verbal, la gran desconocida

Comunicarse es inherente a los seres vivos. Los humanos lo hacemos de manera habitual a través del lenguaje, sin embargo nuestros ancestros, antes de saber utilizar la oralidad, se expresaban por signos, y antes de eso, por gestos.

La gestualidad está en el fondo de todo comunicación animal. Los humanos no nos diferenciamos del resto. La comunicación también es el lenguaje del cuerpo. Y no nos han preparado para saber leerlo.

Un psicólogo de origen armenio y profesor en UCLA, Albert Mehrabian, estudió la importancia de los mensajes no verbales que emiten los humanos. Tras numerosas investigaciones constató que tan sólo el 7% de lo que percibe nuestra audiencia es comunicación verbal, o sea, palabras, conceptos o argumentos. Otro 38% de lo que transmitimos o hacemos a través de elementos paraverbales como son la entonación, el volumen o el tono de la voz. Pero lo más importantes que consiguió confirmar con sus experimentos es que más de la mitad de lo que expresamos, exactamente hasta el 55%, es comunicación corporal: a través de nuestra mirada, de nuestros gestos, de nuestra postura. Es lo que se ha popularizado como la Regla Mehrabian: 7-38-55.

En suma, lo que nos indica Mehrabian es que, cuando comunicamos, sobre todo emociones y sentimientos, más del 90% de nuestro mensaje recae sobre la comunicación no verbal, también conocida como CNV, que está asociada a otras técnicas como la kinesia, la paralingüística o la proxémica (o prosémica). Es por eso que resulta muy necesario conocer, aunque sea someramente, estas técnicas.

Pensemos por ejemplo en nuestra postura. O en la de la persona que tenemos enfrente si, de esa manera, nos es más fácil:

¿Cuál es su/nuestra postura? Analicemos la cabeza, ¿está ladeada? ¿Se cae hacia alguno de los lados? Las inclinaciones delatan información, así como la existencia de tensiones musculares, el modo de sentarse… La posición de los brazos o de las piernas también nos proporciona información, la forma en que la gente se sienta, la dirección en que pone los pies, ¿hacia dónde apuntan? Todos los elementos del cuerpo nos hablan de la persona.

Es la cinésica (el estudio del movimiento del cuerpo). Especialmente, la parte superior del cuerpo y, principalmente, el uso de las manos; pero no olvidemos la parte baja del cuerpo, los miembros inferiores. Cada movimiento del cuerpo transmite diferentes estados de ánimo: desde la bondad pasando por la inquietud, la impaciencia, el nerviosismo, la furia, la obstinación, una falta de confianza…

Otra parte donde debemos estar muy atentos son las expresiones faciales. El contacto visuales esencial ¿Rehuimos la mirada? ¿Cuál es la posición de las cejas, está la frente ceñuda? Hemos de analizar los músculos faciales, la expresión de los labios. Todas esas expresiones faciales indican los sentimientos que hay detrás de la información verbal y, en muchas ocasiones, expresan lo contrario al mensaje oral. ¿Con cuál quedarnos? No es fácil. No hay una única respuesta. Lo hemos de analizar en cada caso, conociendo el comportamiento habitual de nuestro interlocutor.

La proxémica o uso del espacio, es el estudio del uso que hacen las personas de las condiciones espaciales entre ellas. Analiza como un individuo se comparta en relación a otros, defendiendo su espacio mínimo, ensanchando su territorio, traspasando el de los demás… En las culturas occidentales hay una zona íntima, otra personal, otra más social y otra publica, que oscilan entre los 40 centímetros para la primera, hasta 120 cm. la segunda y 360 cm, la tercera (según los estudios realizados por Edward T. Hall, aunque eso depende de cada cultura).

Resulta especialmente interesante analizar el lenguaje no verbal aplicado a los políticos, especialmente a los líderes, como representantes de la gestión de la vida en comunidad. Pero también en muchas otras facetas de la vida. En el entorno familiar, en la vida profesional… Tener el conocimiento suficiente para detectar cuándo nos mienten es esencial para estar bien informados.

Doctor Joaquim Marquès

Twitter: @Quim_Marques

Lean Startup, una metodología para emprender

Podemos definir un plan de negocios como un documento que recoge una idea o iniciativa empresarial a partir de unas hipótesis. En ocasiones desarrollamos este documento sin consensuarlo con la parte más importante del puzzle: el cliente.

Afortunadamente, existe un método para desarrollar un plan de negocios que reconvierte nuestros errores en aciertos; hablamos de Lean Startup. Esta metodología consiste en lanzar nuestro producto o servicio a pequeña escala, con el objetivo final de evaluar su sostenibilidad a medio o largo plazo. De esta forma el emprendedor consigue un ahorro importante en tiempo, dinero y recursos.

Sin embargo, hay que tener presente que el proceso Lean Startup no es una ciencia exacta ni tampoco asegura el éxito absoluto, sino que más bien se trata de una ayuda para romper con las barreras del pensamiento empresarial tradicional.

Punto de partida: producto mínimo viable

La metodología Lean Startup está centrada en la efectividad del producto. Aprender emprendiendo a partir de una serie de experimentos que permiten distinguir entre las ideas brillantes y las descabelladas.

Como vemos, el objetivo es testar rápidamente el producto básico con el cliente potencial, recogiendo cualquier input que pueda ayudarnos a comprobar la aceptación y viabilidad del modelo de negocio. Toda nueva versión del producto, actualización, característica o funcionalidad lo consideraremos como intento de mejora. Es decir, no todos estos cambios acabarán convirtiéndose en mejoras.

Crear-Medir-Aprender

El método Lean Startup es ideal para startups, puesto que en vez de desarrollar planes complejos, se pretende llevar a cabo ajustes constantes a partir del circuito de feedback de Crear-Medir-Aprender; es decir, creamos producto, medimos procesos y retroalimentamos a partir de aprendizaje adquirido.

El proceso se puede repetir cuantas veces sea necesario hasta lograr el producto que mejor se adapte al cliente.

Encontrar un modelo de negocio viable y escalable no es fácil. Hay quien asegura que una startup necesita fracaso y aprendizaje continuos como motores para evaluar las hipótesis iniciales. Lo que está claro es que, ante tal incertidumbre a la hora de emprender, el método Lean Startup puede ser una gran ayuda para dar el salto con paso firme y, sobre todo, con una baja inversión inicial.

Barcelona: Un referente de ciudad en formación para directivos

Barcelona es una de las ciudades europeas más destacadas en la formación de directivos. La ciudad condal es una de las que imparte más programas MBA y su calidad tiene un gran reconocimiento a nivel mundial.

La formación en escuelas de negocios como ESADE, IESE, EADA, ESIC o ENEB es sinónimo de éxito para cualquier persona que esté buscando promocionar en el trabajo, además de ampliar su lista de contactos profesionales y personales.
Escuelas como la Escuela de Negocios Europea de Barcelona disponen de másters, posgrados y cursos superiores tanto para estudiantes con poco recorrido laboral, como también para profesionales en activo que necesitan ampliar su formación.

Y es que, las estadísticas sitúan a la capital catalana como la segunda ciudad de Europa y la quinta del mundo en número de estudiantes internacionales que realizan un MBA, sólo por detrás de ciudades como Nueva York, Boston, Chicago y Londres.

Un motivo más para hacer carrera en la ciudad condal es su gran apuesta por las startups tecnológicas y por ser considerada la primera Smart city en España. De hecho, en Barcelona se encuentran alrededor de 5000 empresas extranjeras gracias a su internacionalización, innovación en programas formativos y una aproximación de alto valor para las compañías tecnológicas.

Sin lugar a dudas, Barcelona es una de las mejores ciudades para invertir en formación.

Más motivación y compromiso = mejora de resultados

Las organizaciones empiezan a apostar, de manera recurrente, por poner el foco en la mejora de los intangibles como un elemento estratégico para aumentar la rentabilidad empresarial. 

Una de las constataciones que nos ha dejado la profunda crisis económica, aparte del empobrecimiento material de empresas y trabajadores, se centra en un descenso de la confianza en las organizaciones (públicas o privadas) y, por tanto, del compromiso profesional de sus empleados. 

Metidos ya de pleno en el siglo XXI, nada es como fue. Estamos en una nueva revolución, la de las personas. Y los líderes son conscientes que la gestión de los recursos humanos debe desarrollarse de manera diferente a como se realizaba en el pasado. En ese contexto, la gestión de los intangibles deviene como estratégica. Nos referimos a aquellos aspectos inmateriales de la organización como son las marcas, las patentes, pero también el prestigio. Otro de ellos es el nivel de compromiso de los miembros de la organización.

Potenciar la motivación y, por ende, el compromiso debe partir desde la cúpula (up-down). Pero los empresarios deben tener muy claro que han de aprender (o reaprender) a hacerse merecedores del compromiso de sus empleados. Este deseo personal de querer hacer un esfuerzo extra y alinearse con las directrices de las empresas solamente es planteable si la construcción de los nuevos proyectos vale la pena ya que la motivación implica apostar por un mayor esfuerzo.

El mapa del compromiso en España es muy heterodoxo, existiendo muchas diferencias en función del tipo de organización. La Fundación Factor Humà lo ha medido a través de un estudio: el 28% es muy alto; el 32% es alto pero crítico a la vez; el 25% de los trabajadores son escépticos respecto del compromiso visto como un recorrido de doble vía; y el 15% son muy negativos. Estos datos se podrían comparar con la jerarquía del compromiso.

Al trasladar estos datos al día a día de la organización se observa como aquellas empresas con alto compromiso reducen el absentismo de manera sustancial (incluso a la mitad), así como los accidentes. Una empresa con un mayor nivel de motivación y compromiso es mucho más competitiva. Obtiene mejores resultados. Pero para ello es necesario que desde las altas instancias se apueste por las formación y el desarrollo competencial de los empleados. Como el resto de los intangibles el compromiso se ha de trabajar a largo plazo. Es bidireccional.

Si queremos potenciar la motivación y, por ende, el compromiso del equipo humano se ha de tener en cuenta cuatro grandes ejes:

  • Que la información de la organización (sea privada o pública) sea transparente y fluya a todos los colaboradores. Las formas también son importantes.
  • Potenciar la transversalidad en los desempeños profesionales que ayuden a la comprensión global del desempeño organizacional.
  • La existencia de espacios de decisión amplios con dinámicas de emprendeduría donde se potencien las buenas prácticas en la gestión de personas.
  • La participación de la plantilla en los beneficios.

Trasladando la teoría a la práctica, hacer crecer la motivación puede pasar por mejorar el bienestar personal y la salud de los colaboradores, por la flexibilidad horaria o el teletrabajo si es posible. Por dotar a las personas de conocimientos para crecimiento personal y de herramientas que le ayuden a la mejora profesional. Pero sobre todo, por escuchar. Las decisiones deben ser bottom-up. Deben provenir de la base. Han de ser sugeridas por los trabajadores. Para ello se han de crear y potenciar espacios de consulta, han de existir canales de comunicación que hagan llegar las sugerencias a los centros de decisión de la empresa. El compromiso va ligado al nivel de satisfacción que es un elemento interno muy unido a la percepción de autovalor.

Por último apuntar que el estudio de los factores concretos que más impactan en el compromiso  y, en consecuencia, cómo se define la cultura de la organización, es esencial si se quiere trasladar ese intangible a beneficios. Por ello es esencial la medición de las acciones realizadas para saber si están enfocadas a su objetivo: aumentar la motivación. No dilate la decisión de cambio. El tiempo juega en contra. 

Doctor Joaquim Marquès

Twitter: @Quim_Marques


Tres referencias de distintos sectores de actividad:

5 razones para apostar por el Marketing Digital

El marketing digital es, a día de hoy, la pieza angular de muchos negocios; podemos definirlo como la puesta en marcha de la estrategia de comercialización enfocada en los medios digitales. A través de diferentes técnicas de marketing digital logramos posicionar nuestra marca, crear preferencias en la mente de nuestro público, aumentar las ventas, etc.

Al final, lo que nos permite el marketing digital es destacar entre la multitud y diferenciarnos del resto de competidores; pero no solo esto, a continuación se destacan las principales ventajas del marketing digital:

    1. Información detallada e inmediata

El cliente tiene el poder, él decide cuándo y cómo se dirige hacia la información. Así que más vale no molestarle mucho y optar por técnicas persuasivas para captar su atención. Se trata de un consumidor mucho más independiente que el tradicional: busca, compara, compra y si hay algo que no le gusta, no perdona. El marketing digital permite ofrecer al consumidor información detallada y de inmediato sobre productos o servicios.

    2. Visibilidad permanente

Gracias al marketing digital una organización está todo el tiempo on-line, lo que conlleva una serie de ventajas y algún que otro inconveniente si no se pone en marcha una correcta estrategia. La información de nuestro negocio, productos, servicios, etc. está siempre al alcance de todos, sin necesidad de horarios ni esperas.

No obstante, tener presencia en Internet también conlleva disponer de un sitio web actualizado, ofrecer contenido de valor y original, interactuar en redes sociales, lanzar campañas de mailing… Todo esto dependerá de la estrategia que hayamos escogido según los objetivos de la empresa.

    3. Medición de resultados

El marketing digital permite medir resultados reales; el público interactuará en función de lo que ofrezcamos. Podemos conocer el retorno de nuestra inversión gracias a la gran cantidad de datos que nos proporcionan algunas herramientas: visitas en la web, visualizaciones, retweets, shares, likes, ratios de apertura de mailing, etc.

A día de hoy se puede medir con mayor precisión el impacto de una campaña en Internet que una en los medios tradicionales. A partir del análisis de resultados tomaremos las decisiones adecuadas para la próxima campaña.

    4. Costos reducidos

El marketing digital permite a las pequeñas y medianas empresas poder competir de tú a tú con las grandes compañías, pudiendo incluso llegar a conseguir mayor impacto y notoriedad. Las herramientas están al alcance de todos, la diferencia pasa por hacer uso de una estrategia efectiva, acorde con los objetivos de la organización y dirigida al público adecuado.

Esto con el marketing digital es posible. Con una mínima inversión se pueden obtener grandes resultados.

    5. Interacción

El marketing digital facilita la interacción con la audiencia, lo que permite conectar al consumidor con la empresa o marca. Un mayor engagement acabará transformándose en resultados tarde o temprano. Aquí lo que cuenta es la satisfacción del cliente.

Está claro que una estrategia adecuada en marketing digital aumenta los beneficios de la empresa, es más, puede convertirse en el salvavidas del negocio, puesto que permite expandir el mercado a un bajo coste y de forma inmediata. Algo que es imposible con el marketing tradicional debido a las limitaciones propias del área geográfica, por ejemplo.

En definitiva, el marketing digital debería incorporarse en la estrategia de todas las empresas y negocios; no olvidemos que, al fin y al cabo, no dejan de ser técnicas aplicadas en marketing tradicional, pero con las nuevas tecnologías.