Podemos definir un plan de negocios como un documento que recoge una idea o iniciativa empresarial a partir de unas hipótesis. En ocasiones desarrollamos este documento sin consensuarlo con la parte más importante del puzzle: el cliente.

Afortunadamente, existe un método para desarrollar un plan de negocios que reconvierte nuestros errores en aciertos; hablamos de Lean Startup. Esta metodología consiste en lanzar nuestro producto o servicio a pequeña escala, con el objetivo final de evaluar su sostenibilidad a medio o largo plazo. De esta forma el emprendedor consigue un ahorro importante en tiempo, dinero y recursos.

Sin embargo, hay que tener presente que el proceso Lean Startup no es una ciencia exacta ni tampoco asegura el éxito absoluto, sino que más bien se trata de una ayuda para romper con las barreras del pensamiento empresarial tradicional.

Punto de partida: producto mínimo viable

La metodología Lean Startup está centrada en la efectividad del producto. Aprender emprendiendo a partir de una serie de experimentos que permiten distinguir entre las ideas brillantes y las descabelladas.

Como vemos, el objetivo es testar rápidamente el producto básico con el cliente potencial, recogiendo cualquier input que pueda ayudarnos a comprobar la aceptación y viabilidad del modelo de negocio. Toda nueva versión del producto, actualización, característica o funcionalidad lo consideraremos como intento de mejora. Es decir, no todos estos cambios acabarán convirtiéndose en mejoras.

Crear-Medir-Aprender

El método Lean Startup es ideal para startups, puesto que en vez de desarrollar planes complejos, se pretende llevar a cabo ajustes constantes a partir del circuito de feedback de Crear-Medir-Aprender; es decir, creamos producto, medimos procesos y retroalimentamos a partir de aprendizaje adquirido.

El proceso se puede repetir cuantas veces sea necesario hasta lograr el producto que mejor se adapte al cliente.

Encontrar un modelo de negocio viable y escalable no es fácil. Hay quien asegura que una startup necesita fracaso y aprendizaje continuos como motores para evaluar las hipótesis iniciales. Lo que está claro es que, ante tal incertidumbre a la hora de emprender, el método Lean Startup puede ser una gran ayuda para dar el salto con paso firme y, sobre todo, con una baja inversión inicial.

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