Poner en marcha un proyecto no es fácil y requiere mucho esfuerzo, pero sobre todo mucha mesura. Hay errores comunes que un emprendedor poco experimentado suele cometer y que, conociéndolos de antemano puede evitar empezar con mal pie. A continuación recogemos algunos de ellos.
Mala elección de compañeros de viaje
Tener un buen equipo es clave para el buen desarrollo del proyecto. Para elegir a las personas adecuadas debes rodearte de gente competente y experta en su ámbito y que, además, compartan valores similares a los del proyecto.
Añadir que, normalmente, tu mejor amigo o hermano no suelen ser las mejores personas para embarcarte en una aventura empresarial.
El plan de negocios
Es la piedra angular de todo proyecto, así que debe desarrollarse y quedar por escrito. Algunas compañías obvian este documento por su compleja elaboración ya que, no solo es importante para la puesta en marcha del proyecto, sino que también determina la hoja de ruta del negocio al contener metas a medio y largo plazo.
No ser ágil ni flexible
La falta de resiliencia del emprendedor puede ser su mayor hándicap en esta aventura. Todo emprendedor debe ser capaz de adaptar su idea a las circunstancias del mercado. Además, a medida que el proyecto se va desarrollando es casi obligatorio implementar cambios en la compañía para que el negocio perdure en el tiempo.
Hablar antes de escuchar
El producto o servicio tiene que ser vendible y para conocer esto hay que preguntar directamente a nuestro público objetivo. La clave está en conocer lo que la gente quiere y no dejarse llevar por los gustos propios. ¿Estarán dispuestos a pagar por ello? Cuanto más feedback tengamos, mejor.
No formarse antes de comenzar
A día de hoy no sirve la excusa de falta de información o el acceso a ella. Así que antes de poner en marcha tu idea es necesario estar formado en el ámbito del proyecto, así como adquirir nociones básicas para la dirección de una empresa; ambas formaciones imprescindibles.