Qué es la selección de personal y cómo hacerla con éxito

Entendemos la selección de personal como aquel proceso que tiene como principal objetivo elegir el empleado ideal de entre los postulantes, siendo esta una tarea que requiere una serie de conocimientos específicos sobre esta temática.

En la actualidad, estamos ante un sector muy demandado en el ámbito laboral, de modo que se trata de una salida profesional recomendable, especialmente si tenemos en cuenta que tenemos la posibilidad de formarnos en esta área gracias a los cursos de formación relacionados con la selección de personal.

Sin duda, se trata de una figura profesional que cada vez cuenta con un mayor impacto en el sector empresarial y todo indica que esta tendencia seguirá creciendo en un futuro cercano.

¿Cómo hacer una selección de personal?

Un proceso de selección de personal exitoso no solamente nos será de gran ayuda a la hora de encontrar al candidato ideal para un puesto de trabajo, dado que también será muy útil para optimizar el tiempo de trabajo y la productividad del departamento de recursos humanos.

A continuación, compartiremos una serie de consejos prácticos que nos serán de mucha ayuda en el sector dedicado a la selección de personal. ¡No te los pierdas!

Definición clara del puesto de trabajo que se quiere cubrir

Para poder escoger un candidato idóneo es indispensable tener clara cual será la función del futuro profesional. Gracias a esta información podremos conocer mejor las competencias y habilidades de aquellas personas que estén interesadas en el puesto de trabajo.

Sin duda, un profesional dedicado a la selección de personal debe conocer perfectamente las características del puesto de trabajo que se desea cubrir.

Correcta planificación

Para seleccionar correctamente el personal es necesario tener una planificación adecuada. En primer lugar, se deben analizar las necesidades de la empresa y, en base a ello, se realizará una planificación que tendrá en cuenta todos los detalles relacionados con el proceso de selección.

Evaluar correctamente las competencias

Es evidente que la evaluación de las competencias y habilidades es una de las tareas más importantes en la selección de personal.

Sin embargo, es importante aclarar que no solamente hay que fijarse en las competencias del postulante, sino que también es esencial conocer como usará estas habilidades y competencias en situaciones concretas y habituales del ámbito laboral.

Es decir, no solamente analizar si estamos ante el candidato ideal por sus competencias, sino también si encaja en la organización y en el equipo de trabajo.

Entender las necesidades de la empresa

En la selección de personal no solamente hay que considerar las competencias y habilidades de los postulantes, sino que también hay que poner el foco en entender si esa persona se ajusta a las necesidades de una empresa.

Es importante entender que cada empresa cuenta con una serie de aspectos únicos; el clima laboral, la forma de trabajar en equipo, sus valores, etc. De este modo, una de las asignaturas pendientes de un profesional en selección de personal es conocer todos los detalles de la empresa en la que trabaja.

Importancia de las pruebas y los cuestionarios

Un correcto proceso de selección de personal debe incluir una serie de pruebas y cuestionarios que tienen como principal objetivo obtener una mayor información acerca del postulante. Además, es importante que estas pruebas estén orientadas a conocer la forma de trabajar del interesado en el puesto.

Preparar la entrevista

Si te interesa dedicarte al área de la selección de personal debes saber que las entrevistas con postulantes será una de las tareas más habituales que desarrollarás.

Bien, una entrevista de trabajo es una de las mejores alternativas que tenemos para encontrar a la persona ideal para cubrir una vacante, sin embargo, es importante prepararla correctamente para que podamos obtener información útil que nos ayudará a seleccionar la mejor opción entre los diferentes postulantes.

Planificar una entrevista adaptada a las necesidades de cada situación y puesto de trabajo es esencial para conseguir un resultado exitoso, de modo que no es de extrañar que estemos ante una de las temáticas que más se trabajan en los cursos de formación para trabajar como selección de personal.

Acompañar al trabajador en la incorporación

Una de las creencias habituales cuando hablamos de un profesional en selección de personal es creer que su función se acaba cuando se contrata a un trabajador. Sin embargo, la realidad es muy distinta dado que también tiene que encargarse de facilitar la adaptación en el entorno laboral.

Una correcta integración será de gran utilidad para que ofrezca un rendimiento adecuado desde el primer día, por lo que esta sería otra de las importantes funciones que tendría que llevar a cabo.

Queda claro que la función de un profesional en el ámbito de la selección de personal es mucho más amplia de lo que puede parecer, de modo que es esencial tener en cuenta estos consejos para conseguir un resultado óptimo.

¿Por qué es recomendable formarse en el área de selección de personal?

Como ya hemos adelantado anteriormente, la figura profesional dedicada a la selección de personal cada vez cuenta con un mayor protagonismo en el sector empresarial, ya que se encarga de escoger a los nuevos trabajadores de una empresa, de modo que podemos afirmar que el éxito de una empresa depende de su labor.

Considerando la importancia con la que cuenta esta figura, no es extraño que sean muchas las empresas que demandan profesionales de esta área, siendo uno de los empleos que cuentan con una mayor demanda en la actualidad.

Formarse profesionalmente en el campo de la selección personal es una de las mejores alternativas para tener a nuestra disposición todo tipo de salidas laborales y profesionales, así como también hay que destacar que las condiciones económicas de este puesto suelen ser bastante interesantes.

En esencia, podemos determinar que la selección de personal está en auge y son muchas las empresas que buscan esta figura para crecer y evolucionar. Sin duda, estudiar esta formación es una opción muy recomendable y aconsejable.

¿Qué es la Apostilla de la Haya?

El Apostillado de la Haya es una certificación aprobada por la Convención de La Haya de 1961 para certificar la autenticidad de la firma de un documento y permitir su uso en países extranjeros. Es decir, el certificado se adjunta al documento original para que este último tenga validez en otros países.

Dicho de otro modo, la legalización única o Apostilla de la Haya es un trámite que certificará la veracidad de documentos públicos expedidos en un país firmante del XII Convenio de La Haya. Estos deberán ser reconocidos en cualquier otro país del Convenio sin necesidad más autenticación.

¿Cuáles son los países firmantes del Convenio de la Haya?

Alemania, Andorra, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Barbados, Bélgica, Belice, Bielorrusia, Bosnia Herzegovina, Botswana, Brunei, Bulgaria, Chipre, Colombia, Croacia, Chile, China (solo Hong Kong y Macao), Dinamarca, Dominica, Ecuador, El Salvador, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Fidji, Finlandia, Francia, Georgia, Granada, Grecia, Honduras, Hungría, India, Irlanda, Islandia, Islas Cook, Islas Marshall, Isla Mauricio, Israel, Italia, Japón, Kazajstán, Lesoto, Letonia, Liberia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malawi, Malta, Méjico, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Niue (isla), Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, República Eslovaca, República Corea, Rumania, Rusia, Samoa, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía, Serbia, Seychelles, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Surinam, Suazilandia, Tonga, Trinidad y Tobago, Turquía, Ucrania, Vanuatu y Venezuela.

¿Qué tipo de documentos pueden apostillarse?

Pueden apostillarse documentos públicos judiciales y administrativos. En cuantos a los judiciales, deberán ser procedentes de una autoridad vinculada a una jurisdicción del Estado, incluyendo los provenientes del Ministerio Público o de un secretario, oficial o agente judicial.

Por su parte, los administrativos serán certificaciones oficiales que hayan sido puestas sobre documentos privados, como pueden ser la certificación del registro de un documento, la certificación sobre la certeza de una fecha y las autenticaciones oficiales y notariales de firmas en documentos de carácter privado.

Documentos que no pueden apostillarse:

  • Aquellos que hayan sido expedidos por funcionarios diplomáticos o consulares.
  • Documentos administrativos relacionados directamente con una operación comercial o aduanera.
  • Los que en aplicación de otros Convenios Internacionales, estén exentos de ser legalizados o apostillados.
  • Certificados negativos de antecedentes penales de ciudadanos españoles que vayan a surtir efectos en otros Estados de la Unión Europea y documentos sobre ciudadanos españoles expedidos por los Registros Civiles españoles, incluidos los consulares, que vayan a surtir efectos en otros Estados de la Unión Europea.

¿Quién puede solicitar la Apostilla de la Haya?

Puede solicitar la Apostilla de la Haya cualquier portador de un documento público que quiera certificar su autenticidad.

¿Para qué sirve el apostillado?

Esta verificación se utiliza cuando hace falta una copia de un documento oficial de otro país. Algunos ejemplos pueden ser: matrimonios, adopciones, herencias, titulaciones académicas y otro tipo de contratos más simples. 

¿La Apostilla de la Haya garantiza la veracidad del contenido?

No, simplemente garantiza que la copia es verdadera, idéntica a la original. Aunque eso no significa que el contenido tenga que estar bien.

¿Dónde se puede acudir para apostillar un documento en España?

Tanto si es para apostillas documentos públicos administrativos como judiciales, puede solicitarse este proceso en cualquiera de las siguientes autoridades:

  • Oficina Central de Atención al Ciudadano del Ministerio de Justicia.
  • Gerencias Territoriales del Ministerio de Justicia y Oficinas Delegadas de Ceuta y Melilla.
  • Secretarías de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia y de las ciudades de Ceuta y Melilla.
  • Documentos notariales y documentos privados cuyas firmas han sido legitimadas ante Notario.
  • Colegios Notariales o aquellos Notarios en quien deleguen.
  • Documentos públicos judiciales expedidos por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo:
  • Secretarios de Gobierno de los respectivos tribunales o en quien ellos deleguen.

¿Cómo puedo solicitar cita previa para la Apostilla de la Haya?

Para hacerlo de manera presencial, deberás solicitar cita previa en la oficina central de atención al ciudadano y Gerencias Territoriales. Para hacerlo puedes acceder a través del siguiente enlace: cita previa.

¿Cómo se dice Apostilla de la Haya en inglés?

The Hague Apostille es como se dice Apostilla de la Haya en inglés, aunque también puede encontrarse en múltiples documentos oficiales como The Hague Apostille Convention, Apostille of the Hague o Apostille Certificate.

¿Cuándo caduca una Apostilla de la Haya?

La apostilla como tal no tiene una fecha de caducidad. Sin embargo, si el documento original sí la tiene, esta apostilla caducará exactamente en la misma fecha.

¿Cómo puedo verificar una Apostilla de la Haya?

Para verificar si la apostilla es correcta, podrás hacerlo a través del del Ministerio de Justicia, en el enlace que te dejamos aquí.

¿Las titulaciones académicas tienen Apostilla de la Haya?

Sí, pueden tenerla siempre que el centro que imparte la formación lo ofrezca. Por ejemplo, en la Escuela de Negocios Europea de Barcelona una vez emitido el diploma y el expediente académico, el alumnado podrá pedir el apostillado certificando la autenticidad firma, la calidad en que el signatario de los documentos haya actuado y, en su caso, la identidad del sello o timbre del que el documento público esté revestido.

Stakeholders de una empresa: qué son, características y tipos

Seguro que muchas veces has oído hablar de términos en inglés que desconoces, pero hay uno que debes conocer si quieres dedicarte a los negocios: stakeholder. Es importante comprender el significado de este término, y su importancia dentro de la empresa, ya que es un público con mucho poder, capaz de cambiar el rumbo de la organización o alterar su reputación.  

Por ello, cuanto antes sepas qué son los stakeholders, más rápido entenderás cómo funciona una empresa, y tendrás más oportunidades para impulsar tu carrera laboral.  

Qué son los stakeholders 

Los stakeholders, también traducido como “públicos de interés» o «partes de interés», hacen referencia a todas las personas u organizaciones que son impactadas por las acciones de una determinada compañía.  

Este concepto, inventado en la década de los 80, sostiene que todos los grupos de interés son indispensables para que el funcionamiento de una empresa, y por tanto se deberían tener en cuenta en todos los planes estratégicos de negocio. 

Más aún, cuando una empresa triunfa o fracasa, esto afecta no solo a sus dueños, sino también a todos los grupos que la rodean: trabajadores, accionistas, clientes, proveedores y competidores. Por eso, esta visión humanista de la empresa se complementa muy bien con la responsabilidad social corporativa, pues ambas ven las organizaciones como entidades que deben vivir en consonancia con su entorno. Es decir, los recursos que toman deben devolverlos para siempre mantener un equilibrio y lograr que la empresa se siga expandiendo. 

No hay que confundir los stakeholders con los shareholders o accionistas en español, ya que los segundos son uno de los grupos de interés con mayor peso dentro de la empresa. Si quieres aprender más sobre las diferencias entre estos dos terminos y el poder que cada uno tiene en la empresa, te recomendamos estudiar el Master de Administración y Dirección de Empresas

Importancia de los stakeholders 

Como se ha mencionado, los stakeholders son todas personas afectadas por las decisiones de la empresa. No obstante, esto no es un camino de una sola vía, porque los intereses de estos públicos también alteran al desempeño de la empresa.  

Por ejemplo, si los clientes deciden no comprar los productos de la compañía, porque no cumplen las regulaciones medioambientales, el futuro de la organización estará en entredicho.  

Por otro, lado si la compañía aplica medidas para mejorar la satisfacción laboral, es muy probable que los trabajadores se sientan valorados y aumente la productividad en general.  

Hay que tener en cuenta que cada stakeholder tiene objetivos distintos, por eso la dificultad consiste en satisfacerlos todos, sin que eso perjudique el desempeño de la empresa. Tienes que tener en cuenta que las organizaciones son como un ser vivo, por tanto, si hay un grupo de interés insatisfecho, esto afectará directamente al resto de los stakeholder.  

Un ejemplo sería que los trabajadores estuvieran insatisfechos, por lo que si el ritmo de trabajo y calidad final bajan, esto reduciría el valor de las acciones y, por tanto, los accionistas se quejarían. 

Tipos de stakeholders 

Para poder contentar a todos los grupos de interés que existen en una empresa, primero hay que saber cuáles son. Por eso vamos a clasificarlos de dos formas: en primarios y secundarios, y según si son stakeholders internos o externos.  

De hecho, en las escuelas de negocios que presentan mayores índices de inserción laboral, suelen hacer hincapié en esto para que los alumnos que quieren hacer carrera en las empresas puedan elaborar las estrategias más efectivas, y crecer profesionalmente lo más rápido posible. 

Los stakeholders primeros son todos los grupos de interés imprescindibles para que una compañía pueda funcionar. Dicho de otro modo, todos los que tienen un vínculo económico directo con la empresa.  

Por otro lado, los grupos de interés secundarios son aquellos que no participan directamente en la empresa, pero que las acciones de esta les pueden afectar. Aquí entrarían los clientes y la competencia. 

Stakeholders internos 

Otra forma de clasificar a los grupos de interés es dependiendo de su lugar en la empresa. Así los stakeholders internos incluyen a todos esos grupos que tienen una relación directa con ella: 

  • Propietarios. 
  • Directores.  
  • Accionistas 
  • Empleados.  
  • Clientes.  

Hay que destacar que, aunque todos estos grupos entran dentro de una misma clasificación, cada uno de ellos tiene objetivos distintos. En este sentido, los propietarios, directores y accionistas buscan un aumento de las ganancias y del prestigio de la empresa. Mientras que los empleados quieren un salario justo, desarrollar una labor interesante y crecer como profesionales.  

Finalmente, la meta de los clientes es obtener una buena relación calidad-precio por el servicio o producto adquirido. 

Stakeholders externos 

Por otro lado, los stakeholders externos abarcan todos los grupos de interés que tienen una relación directa con ella. En esta amplia clasificación entra:  

  • La administración pública. 
  • Los competidores. 
  • Las asociaciones que defienden a los clientes. 
  • Las organizaciones ecologistas. 
  • Los medios de comunicación. 
  • La sociedad en general. 

Al igual que ocurre con los stakeholders internos, cada uno de estos grupos tiene unos objetivos particulares que se deben satisfacer para que el desempeño y la reputación de la empresa no sufran.  

¿Qué es la cultura empresarial?

La cultura empresarial es el conjunto de valores, normas, creencias y formas de actuar de actuar de las personas que trabajan en una organización.  

También llamada cultura organizativa o cultura corporativa, la cultura empresarial vertebra todas las actuaciones de la empresa y la define como tal. Dicho de otra manera, la cultura corporativa determina cómo una compañía se comporta tanto con su público interno (trabajadores proveedores y accionistas), como con su público externo (audiencia, competencia, organizaciones y medios de comunicación). 

La cultura empresarial está formada por una serie de intangibles. Estos son: los valores, la misión, la visión, la identidad y la imagen corporativa. 

Cultura y valores de una empresa 

Los intangibles que conforman la cultura de la empresa son muy importantes, ya que a través de estos se determinan los objetivos generales y cómo alcanzarlos.  

Esta es una de las razones por la que las escuelas de negocio más exigentes del país se esfuerzan en que sus alumnos entiendan el concepto de cultura corporativa, ya que, si estableces a dónde vas y cómo lo harás, será más fácil que lo consigas. 

¿Qué son la misión, la visión y los valores corporativos? 

Dentro de la cultura corporativa, hay tres conceptos que tienes que tener claro: la misión, la visión los valores corporativos.  

  • La misión: hace referencia a la actividad que desarrolla la empresa cada día dentro de su sector. En la misión se puede detallar el tipo de público al que se dirige, y los factores que distinguen a la empresa a la hora de poner en marcha el negocio. En la misión se responden preguntas como ¿qué hacemos?, ¿cuál es el tipo de negocio?, ¿cuál es el público objetivo?, ¿cuáles son sus ventajas competitivas?, ¿qué lo diferencia de la competencia? 
  • La visión: es a donde la empresa quiere llegar. Para que esta funcione como motor motivacional, la visión debe ser realista, pero dejando un margen para la ambición.  
  • Valores corporativos: se trata de la esencia filosófica que guía a la empresa y a los trabajadores. Los valores serán sólidos si complementan con la visión y la misión y son realistas. Normalmente son estos los que definen la forma de trabajar y de comportarse en una empresa. 

Cultura empresarial e imagen corporativa 

Dentro de la cultura empresarial hay un concepto muy importante y que muchas veces se deja de lado: la imagen corporativa. La imagen corporativa es como la empresa se muestra al mundo: los colores y la tipografía que utiliza para el logo, su representación gráfica y los soportes en los que se presenta.  

Hay que tener cuidado y no confundir la imagen corporativa con la identidad corporativa, ya que esta última es el cómo se quiere representar la empresa. Es la idea abstracta, mientras que la imagen corporativa es la representación física.  

Estos dos conceptos se vierten en el manual de identidad corporativa.  

¿Para qué sirve la cultura de una empresa? 

Como ya te habrás ido dando cuenta, la cultura empresarial no son simplemente unas palabras que pones en tus estrategias de marketing. Se trata de los pilares de tu empresa. Contar con una cultura organizativa sólida tiene muchos beneficios a corto, mediano y largo plazo como: 

  • Define cómo es tu empresa, de qué se encarga y quién es su público objetivo.  
  • Determina cuáles son las metas a alcanzar. 
  • Deja claro los valores por los que te riges a la hora de trabajar y cuáles comportamientos son inaceptables.  
  • Te ayuda a conseguir colaboradores que encajen con tu forma de trabajar y que te ayuden a conseguir tus objetivos. 
  • Alcanzas tus objetivos.  

Debido a todos los beneficios que se obtienen de una cultura empresarial fuerte, muchos profesionales de los negocios buscan comprender profundamente qué es la cultura empresarial, así como todos los aspectos que la vertebran. Algo que consiguen con el Máster de Recursos Humanos, donde también aprenden a dirigir una compañía con éxito. 

 Tipos de cultura organizacional 

Aunque es verdad que hay tantos tipos de culturas empresariales como compañías, la realidad es que todas estas se puedan clasificar en 4 tipos de culturas corporativas. 

  1. Autoritaria: en este tipo de cultura empresarial el poder se encuentra concentrado en pocas manos. Se trata de un tipo de gestión muy torpe, ya que, si todas las decisiones tienen que pasar por una persona, el trabajo se enlentece.  
  1. Burocrática: es un tipo de cultura organizativa que se basa en unas normas muy estrictas para trabajar, por esto mismo suele ser muy ineficiente y resistente al cambio, lo que la puede dejar rezagada ante los avances del entorno y sus competidores.  
  1. Por objetivos: se basa en un alto agrado de competitividad para lograr los objetivos a toda costa. Los objetivos son el origen de toda actividad y también la meta. 
  1. Motivadora: en este tipo de empresas es importante conseguir los objetivos, pero lo que prima es la motivación y felicidad de los empleados, pues se entiende que un equipo motivado siempre mejorará sus resultados. 

Cultura empresarial y responsabilidad social corporativa 

La cultura empresarial ha dado un paso más, creando la responsabilidad social corporativa. Esta se entiende como una filosofía empresarial en la que la compañía es consciente de que su trabajo diario conlleva la toma de unos recursos sociales y ambientales, y desea devolverlos para ayudar a mantener el equilibrio en el ecosistema que vive.  

Por eso podemos decir que la responsabilidad social corporativa es un tipo de cultura empresarial. 
 
 

Reputación digital: qué es, cómo gestionarla y qué estudiar para dedicarse a ello

La reputación online es la meta de muchas empresas. Una buena reputación online sube los índices de ventas, mientras que una mala gestión de la imagen digital atrae rumores negativos, quejas y puede significar la perdida de grandes sumas de dinero. 

Sin embargo, hay mucha confusión sobre qué es exactamente la reputación online cómo podemos gestionarla mantener una buena relación con nuestros clientes. Por ello, vamos a arrojar un poco de luz sobre este término, así como cuáles son los pasos a seguir para construir una buena imagen digital.  

Si también te interesa trabajar en este sector, y no sabes por dónde empezar, sigue leyendo. 

Reputación online definición 

La reputación online es el prestigio o estima que tiene una persona o marca en internet. Dicho de otra forma, la reputación online está conformada por todos aquellos elementos que conforman la imagen online de una persona o empresa. 

En el ámbito más laboral, se suele confundir la reputación online con todas las acciones sociales que una marca realiza, cuando la realidad es que la reputación online va mucho más allá. De hecho, la reputación online no está del todo bajo el control de las marcas, sino que todos los usuarios pueden contribuir a la creación de la reputación online.  

 Aquellos factores que contribuyen a la reputación online son:  

  • Factores internos: son todas las acciones que desarrolla la propia marca tanto online como offline.  
  • Factores externos: se trata de todos los datos que aportan los clientes o usuarios a la marca como comentarios, opiniones, imágenes, etc. 

Actualmente mantener un buen prestigio online es fundamental para el crecimiento de muchas empresas, ya que una buena reputación online te asegura: 

  1. Atracción de nuevos clientes.  
  1. Fidelización de clientes antiguos y nuevos.  
  1. Una mayor confianza en tus productos y tu marca.  
  1. Un aumento de tus ventas. 

Gestión de la reputación online 

Debido a todos los beneficios que trae una sana reputación online, hay muchas empresas que buscan gestionar correctamente su prestigio digital. Si quieres ayudar a mejorar la reputación online de tu empresa, toma nota de los siguientes puntos:  

1. Contrata profesionales que sepan sobre reputación online 

Necesitas gente que conozca el entorno digital a la perfección y sepa moverse naturalmente en él. Que se sepa los códigos y cómo expresarse en el medio online.  

Se trata de un tipo de formación muy especifica que se imparte en las escuelas de negocios más prestigiosas de España, por lo que antes de delegar está función en cualquier persona, lo mejor es que contar con el profesional indicado que llevará tu imagen digital y podrá cumplir con los objetivos que buscas. 

Este profesional se llama community manager, y hablaremos este perfil más adelante. 

2. Piensa en modo empresa 

Cuando te encuentres con un comentario negativo en Twitter, no te deprimas ni explotes. No es nada personal. 

Esto es importante que lo mantengas en mente, porque todo lo que se dice en internet queda registrado y es muy difícil de borrar, por eso no debes caer en provocaciones o discusiones con otras personas que no piensan igual que tú.  

Si logras pensar en modo empresa evitarás muchos dolores de cabeza y crisis de reputación. 

3. Crea un blog e incrementa tu reputación online 

Crea diferentes tipos de contenidos, entre ellos entradas de blog. Aunque no lo parezca, el blog es un buen lugar para probar tus conocimientos y aumentar tu autoridad en tu área de influencia, lo que tendrá un efecto directo en tu reputación online. 

Si creas contenidos atractivos e interesantes, tus clientes van a querer leerlos, hablarán bien de ti, los divulgarán, más personas te conocerán y tu reputación online crecerá. Es un círculo virtuoso. 

4. Incrementa la presencia dentro de tu propio sector 

No solo es importante que llegues a tu público, sino que te des a conocer en tu ámbito laboral, ya que esto te servirá para formar nuevas alianzas en el futuro. Así que acude a eventos y gana reputación frente a tus competidores. Tus clientes también lo percibirán como algo positivo. 

Community manager qué es y cómo funciona 

Si has descubierto que te interesa manejar redes sociales, interactuar con los usuarios, crear contenido atractivo, interesante y de calidad, y gestionar y mejorar la reputación online de una empresa… Entonces te recomendamos que estudies para ser community manager.  

Como indica su nombre un community manager es un profesional es maneja una comunidad, en este caso la online. Se encarga de interactuar y gestionar las redes y la reputación online de una empresa. Para ello, hace uso reconocimientos tan específicos como la planificación y ejecución de contenidos para tener presencia en internet.  

El community manager también tiene que contar con unas buenas dosis de ingenio para estar siempre a la última de las tendencias y utilizarlas para mejorar la relación con los usuarios y aumentar la fidelización. 

Por último, pero no menos importante un buen community manager debe tener mucha empatía para poder interactuar con los usuarios y mejorar la reputación online. 

Qué estudiar para ser community manager 

Para ser community manager se requiere tener un extenso conocimiento de las dinámicas que hay en las redes sociales, cuestión que podrás aprender en el Curso Superior en Community Manager en el que adquirirás de forma práctica todo lo que necesitas saber para manejar, mantener y mejorar la reputación online. 

Además, también sabrás cómo responder a una crisis de reputación online de manera rápida y efectiva. Te convertirás en el profesional que todas las empresas querrán contratar. 

Cómo hacer benchmarking

En un mundo donde existe una gran competitividad, las empresas tienen que estar constantemente actualizándose: deben comprender en todo momento el entorno en el que se mueve, y actuar en consecuencia para seguir siendo las mejores de su sector. 

Y es allí donde el benchmarking cobra protagonismo. 

¿Qué es el benchmarking? 

El benchmarking es un término anglosajón que significa “evaluación comparativa» Es decir, el benchmarking consiste en evaluar, comparar y analizar los procesos, productos, servicios y demás aspectos de tus competidores, para tomarlos como puntos de referencia en tus próximas estrategias.  

Es este análisis profundo lo que distingue al benchmarking de otros análisis, pues al realizar una investigación detalla de tus competidores aprendes cuáles son sus mejores prácticas para integrarlas en tu día a día y mejorar tu desempeño.  

Además, esto te permite conocer a tus competidores, y saber en qué fallan o en qué determinado aspecto no están satisfaciendo a sus clientes, de tal manera que tu empresa puede llenar ese hueco y ampliar su público objetivo. 

Hay que entender que el benchmarking es un proceso continuo que las empresas deben aplicar para siempre estar a la vanguardia e innovar. Esa es la razón por la que las empresas deben ser lo suficientemente flexibles y adaptables a los cambios. 

Tipos de benchmarking 

Dado todos los beneficios que aporta el análisis benchmarking, es natural que se hayan inventado para posibilitar la transformación y el crecimiento empresarial en varios ámbitos. 

Benchmarking interno 

Es uno de los benchmarking más enseñados en las escuelas de negocios más prestigiosas de España. Y tiene una razón. En este tipo de benchmarking no verás a tus competidores. 

Aquí el estudiado es tu compañía o más específicamente los distintos departamentos que conforman tu organización, lo cual sirve para determinar tu desempeño, las prácticas que deberían mantenerse y las que deberían eliminarse.  

El benchmarking interno se puede realizar en cualquier momento, pero el más común es cuando estás preocupado por tu rendimiento empresarial. Por ejemplo, si las acciones de marketing están cumpliendo sus objetivos, pero el departamento de ventas no, el benchmarking te ayudará a ver los puntos que tienen en común estos dos equipos para que puedan unirse, y mejorar juntos los índices de productividad. 

Benchmarking competitivo 

Este benchmarking se hace para saber la posición de nuestra empresa con respecto a sus competidores. Es ideal si queremos posicionar nuevos productos o servicios. 

En el benchmarking competitivo se compara el rendimiento actual de la empresa con el de tu competencia, para detectar fallos y arreglarlos. De hecho, el benchmarking competitivo es muy conocido entre las empresas, ya que les permite estudiar el método de trabajo o la tecnología que posee su competencia, para luego probarlas en su propia organización y evaluar el desempeño. 

Para recolectar dicha información existen varias formas:  

  • Directa: antiguos empleados, clientes y proveedores. 
  • Indirecta: internet, publicaciones, catálogos o estudios de productos. 
  • Cooperativo: intercambio de información entre las empresas competidoras. 

Benchmarking funcional 

El benchmarking funcional, a diferencia del benchmarking competitivo, es más amplio.  

Con esto nos referimos a que, si quieres aplicar este tipo de benchmarking, no solo tendrás que fijarte en tu competencia directa, sino en empresas de otros sectores que están haciendo las cosas excepcionalmente bien para aprender de ellos. 

Benchmarking genérico 

Se parece al benchmarking funcional, salvo una cosa: en el benchmarking genérico solo se fija en los logros. 

De esta forma, compararás tus logros con lo mejor que exista en tu sector, ya sea en funciones o procesos afines, y adoptarás los métodos de este competidor para mejorar. 

Fases del benchmarking 

Para aprovechar un benchmarking al máximo hay que tener muy claro las fases que tiene y qué pasos hay que seguir en cada una.  

Esto lo puedes aprender a base de ensayo y error. Pero, si quieres ahorrarte tiempo, mejor estudia un Máster en Administración y Dirección de Empresas que te ayudará a analizar los aspectos positivos y negativos de tu compañía, e implementar los cambios necesarios. 

En todo benchmarking que se precie debes de: 

  • Planificar exactamente lo que se comparará y frente a quién tendremos que compararnos. Parece obvio, pero no lo es. De hecho, esto definirá el éxito o fracaso de tu benchmarking.  
  • Pensar detenidamente cuáles son los datos a recolectar y cómo lo haremos. 
  • Comparar los niveles de desempeño de las compañías, así como los diferentes procesos que se llevan a cabo en las dos para ver los márgenes de mejora.  
  • Incorporar los nuevos cambios para mejorar nuestros resultados de productividad.  
  • Evaluar si los cambios introducidos surtieron efecto o no. 

¿Cómo aplicar el benchmarking en una empresa? 

Para aplicar correctamente un benchmarking en una empresa hay que seguir los pasos en que hemos descrito anteriormente. En la primera fase, primero debemos identificar a nuestros competidores y decidir qué se comparará.  

A continuación, hay reunir la mayor cantidad de datos sobre ellos. Estos datos pueden ir desde los perfiles de los empleados hasta la forma que se toman las decisiones. Para hacerlo, utilizaremos todos los canales que podamos, es decir: directo, indirecto y cooperativo. Una vez que ya tenemos los datos, tenemos que organizarlos para empezar el análisis y revisar la información obtenida.  

A la hora de analizar, hay que asegurarse que todo el equipo conozca los datos profundamente para que la comparación sea lo más rápida posible. Al final, los procesos que sean más compatibles con tu empresa serán los que se incorporen a las rutinas laborales.  

Finalmente, cuando las prácticas ya estén establecidas y haya pasado un tiempo, toca evaluar de nuevo a ver si hay un aumento en la productividad o no. 

Qué es un plan de medios

Tienes un producto muy interesante, que va a facilitar la vida a muchas personas. Ahora solo necesitas que llegue a tu público objetivo. Y para eso es importante un plan de medios. 

Un plan de medios es un documento en el que versa toda la estrategia que va a seguir el departamento de marketing para realizar campañas, llegar a una audiencia y lograr los objetivos 

No hay que confundir el plan de medios con el plan de marketing. El plan de medios se suele realizar cuando se quiere lanzar un producto especifico o cambiar la percepción que se tiene de una marca. Mientras que el plan de marketing es un documento mucho más amplio, en el que se vierten los valores de la empresa, los objetivos a alcanzar, un análisis extenso de todos los públicos a los que se dirige y qué canales utilizar para llegar a ellos.  

Por tanto, si bien son distintos, el plan de medios bebe en gran medida del plan de marketing y utiliza esa información para adaptar su estrategia de medios. 

Estrategia de medios 

La estrategia de medios es otro nombre que recibe el plan de medios. Sin embargo, la estrategia de medios también puede hacer referencia a un aspecto más específico de una campaña de marketing: es la selección y contratación de medios en los que mostrará tus piezas publicitarias.  

Estos espacios son escogidos en base a los objetivos de la campaña, así como los canales que consume el público objetivo según su nivel socioeconómico, su género o su edad.  

En este artículo haremos referencia a la estrategia de medios como sinónimo del plan de medios.  

Cómo hacer un plan de medios 

Hay muchas maneras de elaborar un plan de medios, no obstante, en las escuelas de negocios más vanguardistas se suele utilizar un modelo que permite conseguir los objetivos maximizando los recursos con los que contamos.  

Para aprovechar todos estos beneficios el plan de medios debe tener:  

  • Unos objetivos claros, medibles y alcanzables.  
  • Un análisis detallado de la audiencia a la cual nos dirigimos.  
  • El mensaje que se quiere comunicar y cómo se transmitirá. 
  • Los medios y los canales por los que se verá tu campaña. 
  • El formato elegido para cada canal. 
  • La duración de la campaña. 
  • Los parámetros con los que medirás los resultados.  

Estrategia de medios ejemplo 

Para que estos puntos no se queden en pura teoría, vamos a plantear un ejemplo práctico que dará respuestas a todas las fases por las que pasa un plan de medios cuando se elabora.  

1. Objetivos del plan de medios 

Imaginemos que queremos vender un móvil. Lo primero que tenemos que plantearnos son los objetivos de la campaña. 

  • ¿Queremos darnos a conocer como marca? 
  • ¿Buscamos que nuestro público conozca las bondades del móvil? 
  • ¿Queremos aumentar los índices de venta? 

Sea cual sea nuestro objetivo, tenemos que expresarlos en datos medibles y alcanzables. Es decir, si buscamos elevar las ventas en un 3%, ¿cuánto tiempo haría falta para lograrlo? En función de eso, decidimos el tiempo que la campaña estará exhibiéndose y lo que estamos dispuestos a gastar.  

2. La audiencia 

Una vez que eso está claro, tenemos que pensar el público al que nos dirigiremos: a quién le podría interesar nuestro móvil, qué edad tiene, cuál es su nivel socioeconómico.  

Si hace falta puedes entrevistar a personas que creas que estarán dentro de tu audiencia, y descubrir qué les llama la atención del producto.  

Sabemos que segmentar la audiencia no es fácil, por lo que si quieres aprender técnicas con las que siempre determinarás a tu público objetivo, puedes estudiar el Curso Superior en Publicidad. 

3. El mensaje que guiará el plan de medios 

Cuando ya tienes el público, es mucho más fácil formular el mensaje que vertebrará toda la campaña, así como las acciones publicitarias que se realizarán, debido a que se conocen los intereses y hábitos de consumo de la audiencia.  

Por ejemplo, si tu producto se dirige a adolescentes, investiga las palabras que estos utilizan y manda un mensaje lleno de frescura y juventud. 

4. Los medios y los formatos 

¿Tu móvil se dirige a adolescentes que se la pasan en las redes sociales?  

Entonces tu campaña debe aparecer en estas plataformas. Además, tienes que utilizar los formatos más populares de cada red social, como reels y videos cortos que les hablen de situaciones cotidianas. 

Antes de crear, revisa las tendencias del momento para estar al día de lo que se consume.  

5. La duración de la campaña 

Normalmente a esta altura ya tendrás una idea aproximada de lo que deberá durar tu campaña para alcanzar tus objetivos, pero si no, es hora de fijarla basándote en lo que quieres conseguir y lo que estás dispuesto a gastar. 

En el caso de las compresas, todas las redes sociales cuentan con distintos formatos publicitarios a los que podrás acceder si te haces una cuenta de empresa. 

También es importante que planifiques bien la época del año en la que saldrá tu campaña, ya que hay algunos productos más estacionales que otros, como las afeitadoras eléctricas que, aunque se vendan todo el año, suelen tener su pico en verano. 

6. Medir los resultados 

Puede ser que crees la pieza publicitaria más bonita del mundo, pero lo fundamental es que sea efectiva, y eso se traduce en la consecución de objetivos en el plazo estimado. Para medirlo tenemos que establecer unos parámetros o KPIs.  

Volviendo al ejemplo del móvil, si queremos saber si nuestra campaña ha surtido efecto, tenemos que analizar el número de ventas que hemos tenido desde que inicio la campaña hasta un mes después de que terminó. A su vez, este índice habría que comprarlo con periodos anteriores, para ver si se han incrementado las ventas.  

Plan de medios digital 

Gracias a la expansión del internet, ahora muchas acciones se hacen por vía digital. Esto ha hecho que los planes de medios hayan tenido que adaptarse a este nuevo entorno.  

Afortunadamente, los planes de medios digitales siguen los mismos pasos que el plan de medios tradicional. Así que si estás pensando hacer uno puedes usar de guía el ejemplo que te hemos proporcionado. 

Tipos de financiación de una empresa

Cuando una empresa está comenzando su andadura, una de las cuestiones por las que se preocupan sus fundadores es la financiación. Hay muchas formas de financiar una compañía según las circunstancias. Por eso, si quieres que tu negocio sea un éxito, necesitas conocer todos los tipos de financiación a los que puede optar una empresa para elegir el mejor.  

Y desde la Escuela de Negocios Europea de Barcelona te ayudaremos. 

Qué es una financiación 

La financiación es un proceso por el que se proporciona capital a una empresa o una persona para que lo utilice en un proyecto o negocio. Este dinero muchas veces es invertido en sentar las bases del negocio, lanzarlo al mercado o crear una nueva línea con la que se expandirá a un nuevo mercado. 

En el caso de las compañías la financiación suele provenir de préstamos bancarios o de aportaciones de sus inversores.  

Generalmente, los asuntos relacionados con la financiación son competencia de los departamentos financieros o de contabilidad. Dependiendo del tipo de financiación, las personas que la han recibido tendrán más o menos libertad de movimiento y un tiempo mayor o menor para alcanzar los objetivos pautados. 

Tipos de financiación 

Según cuál sea tu punto de inicio y las metas que quieres alcanzar, podrás optar a una financiación u otra. Para que hagas una buena elección, lo mejor es que conozcas todos los tipos de financiación que existen para tu negocio.  

Antes de comenzar, hay que explicar que existen dos formas de agrupar a los tipos de financiación: de donde proviene y el tiempo que duran. Empezaremos con la primera. 

Tipos de financiación según de donde provenga el dinero:  

  • Interna o propia: es la que proviene de los mismos integrantes de la empresa o proyecto, es decir, de los inversores, dueños o accionistas. También puede ser que el dinero venga de actividades lucrativas o de las ganancias anuales. 
  •  Terceros o externo: son todos los tipos de financiación que tienen como origen entidades foráneas al proyecto o empresa. Por ejemplo, otras empresas, particulares o instituciones. Esta forma de financiación a menudo requiere de algún tipo de validación contraprestación o endeudamiento. 

Tipos de financiación según el tiempo: 

  • A corto plazo: tipo de arreglo que espera recibir resultados en un par de meses. Estos resultados se pueden expresar en dividendos, hallazgos o devolución del dinero. 
  • A largo plazo: en este tipo de financiación, los que han invertido no esperan que los resultados se produzcan en poco tiempo, sino que saben que, para que surta efecto, tendrán que esperar más de un año. Incluso puede ocurrir que no haya que devolver el dinero, ya que son acuerdos desinteresados. 

Por qué te pueden denegar una financiación 

Las entidades no entregan dinero porque sí, quieren saber a qué se va a destinar el capital que les estás pidiendo. De hecho, si conoces las razones principales por las que se deniega una financiación, puedes preparar de antemano tu estrategia de financiación para obtener el capital que necesitas.  

En este apartado resumiremos los motivos principales por los que te pueden negar una financiación. Si quieres saber más, te recomendamos que estudies el MBA en Dirección y Administración de Empresas. 

Dudas sobre la capacidad de pago  

El motivo más obvio y decisivo para denegar cualquier tipo de financiación. La liquidez de una empresa es un indicador directo de su solvencia. Si todavía no tienes un volumen de ventas más o menos fijo, o llevas un tiempo en el mercado y no ha habido ni una sola venta, será una razón determinante para negártelo.  

Endeudamiento elevado 

Si has pedido otros préstamos y no has sido capaz de devolverlos, eso se reflejará en tu deuda. Y si, además, tu deuda es mayor que tus fondos propios es un “no» directo. 

Perdida de negocio 

En el caso que, recientemente tus números de venta han estado bajando y no se ve a futuro que la tendencia se pueda remontar, es un buen motivo para que las empresas financieras te nieguen el préstamo, pues no saben si será dinero perdido. 

Riesgo empresarial 

Si al averiguar en qué se va a usar la financiación, los inversores encuentran que se trata de un producto o un sector de riesgo tendrán más reticencia en aprobar la financiación. Esto también ocurre si hablamos de un nuevo sector laboral. 

Si no presentas avales o garantías, también se considera de riesgo la inversión. 

Empresas de nuevo creación 

¿Eres un emprendedor que está montando su primera empresa? Tendrás más dificultades para obtener un préstamo, ya que no tienes experiencia. Sin embargo, esta no es una razón definitiva y si aportas buenos argumentos, los tomarán en cuenta.  

Qué es la comunicación interna

Una compañía tiene distintos públicos objetivos con los que se comunica para mantener una buena imagen y destacar sobre la competencia. En el caso de la comunicación interna, sus clientes son los empleados, también llamados clientes internos.  

La comunicación interna se realiza con objetivo específico: mejorar los resultados. Y para lograrlo busca motivar e integrar a los trabajadores para que den lo máximo de sí. En definitiva, la comunicación interna es una estrategia para gestionar el equipo humano una empresa a través de informarlo, persuadirlo, recordarle y animarle a cumplir las metas establecidas. 

¿Quieres saber cómo mejorar tus resultados a través de la comunicación interna? Sigue leyendo. 

Objetivos de comunicación interna 

Como se ha mencionado antes, el objetivo principal de la comunicación interna es mejorar los resultados. No obstante, en la Escuela de Negocios Europea de Barcelona, también destacamos otros objetivos igualmente importantes. 

Estos son: 

  • Aumento de la productividad: cuando los empleados poseen la información necesaria y correcta para trabajar, toman mejores decisiones y optimizan el tiempo. 
  • Rapidez en la resolución de problemas: saber cómo hacer el trabajo y lo que esperan de este, acelera el reconocimiento de problemas y la búsqueda de soluciones que los atajen de raíz. 
  • Mejora la relación entre trabajadores: la información proporciona tranquilidad y confianza. Con una buena comunicación interna evitas que los empleados desconfíen entre ellos y mejoras el ambiente laboral.  
  • Incrementas el sentimiento de pertenencia:  el trabajador, al sentirse escuchado, se siente valorado, lo cual aumenta el sentimiento de lealtad y pertenencia a una organización.  
  • Los trabajadores responden bien a los cambios: si hay un clima de tranquilidad y lealtad en el que constantemente se comunica cómo va la empresa, en el momento que haya que hacer cambios o innovar en ciertos aspectos, los colaboradores no solo estarán receptivos, si no que aceptarán los cambios y trabajarán para conseguir los nuevos objetivos.   

Estrategias de comunicación interna 

Para alcanzar todos estos objetivos en el Curso Superior de Comunicación Corporativa apostamos por poner en marcha varias estrategias de comunicación interna. Algunas de estas son:  

  1. Mantén una política de puertas abiertas: brinda un espacio de comunicación seguro para tus empleados, en el que puedan hablar de los retos que encuentran en su trabajo sin verse afectados. Así podrás resolver cualquier inquietud que tengan antes de que esta crezca y afecte a la productividad y al buen ambiente laboral. 
  1. Diversifica los canales de comunicación: cuantos más canales efectivos tengas para comunicarte con tus empleados, más fácil es que ellos te transmitan sus preocupaciones y mejore la productividad. También es importante recordar que no todo el mundo se comunica igual, por lo que con más canales de comunicación lograrás que todo tu equipo entienda las metas y se sienta entusiasmado. 
  1. Empodera los mandos medios: muchas veces sucede que cuando los colaboradores piden ayuda, los mandos medios no son capaces de ofrecerla porque deben consultar con sus jefes y eso retrasa el trabajo. Si le das poder a los mandos medios, ellos serán los que tomen las decisiones que más convengan, porque conocerán más de cerca el día a día de los trabajadores, y agilizarás el flujo de trabajo.  
  1. Se conciso: aunque envíes muchos mensajes para informar del estado de la compañía, lo mejor es que resumas y que tus mensajes sean claros para no quitar tiempo de trabajo. 
  1. Asegúrate de que los mensajes sean recibidos: que envíes mensajes, no significan que sean recibidos. Puedes asegurarte que el mensaje fue entendido si das seguimiento a los mismos. Así garantizas que la estrategia de comunicación interna se cumple. 

Comunicación interna y externa 

Aunque puedan parecer similares la comunicación interna y la comunicación externa de una empresa no son lo mismo. Como indica su nombre la comunicación interna es la que se produce dentro de una organización mientras que la externa es la que utiliza la empresa para comunicarse con sus proveedores, clientes y distribuidores 

La comunicación externa tiene que cuidarse tanto como la interna, ya que de la primera se forja la imagen que tienen los clientes sobre compañía. Y nunca se debe descuidar una por mantener la otra, porque si se ha construido una buena imagen externa, pero el ambiente laboral es malo y la comunicación interna ineficiente, al final se sabrá que los trabajadores son infelices y la reputación de la compañía se dañará. 

Plan de comunicación interna 

Para articular una buena estrategia de comunicación interna, hay que hacer un plan de comunicación interna. Es decir, una guía de las acciones que se van a tomar para mejorar la comunicación interna de la empresa.  

Este documento cuenta de varias partes.  

  • Evaluación del panorama actual. 
  • Definición de objetivos. 
  • Guía de acción para alcanzarlos. 
  • Análisis de los resultados, una vez puesto en marcha.  
  • Cambios que se realizarán. 

Cómo llevar la contabilidad de una empresa

La contabilidad es uno de los aspectos más importantes de una empresa. Llevar la contabilidad en regla es lo que permite saber si una organización es rentable y cómo se está distribuyendo el capital. También con ella se puede saber si hay un superávit y, por tanto, se puede invertir en otros aspectos que ayudarán a la compañía a crecer.  

Estas son algunas de las razones por las que las empresas siempre necesitan de un contable. Por lo que, si te gustan los números y el orden y quieres un trabajo estable, la contabilidad puede ser lo tuyo. 

Qué es la contabilidad de una empresa 

Consiste en el registro de todas las operaciones económicas de una organización a fin de conocer de dónde ha venido todo el capital con el que cuenta, a dónde ha ido y con qué cuenta en este momento.  

En la contabilidad de una empresa, se entiende que en todas las operaciones financieras existen dos partes, también llamadas partidas: el deudor y el acreedor, es decir pérdidas y ganancias. Y para que la contabilidad esté bien hecha, la suma de las partidas registradas de un lado debe coincidir con la suma de la total de la otra.  

En la contabilidad de una empresa, cualquiera que maneje los fondos puede llevar la contabilidad, o lo que es lo mismo, una persona, un grupo, una comunidad de propietarios, una asociación, entre otros.  

Para llevar cierto orden en la contabilidad, en España se desarrolló lo que se conoce por el Plan Genera de Contabilidad

Qué es el Plan General de Contabilidad 

El Plan General de Contabilidad es un documento legal que se creó para regular la contabilidad de empresas en España. Además, sirve para adaptarse al sistema contable del resto de la Unión Europea, facilitando en el camino los intercambios económicos entre entidades de distintos países.  

En el Plan General de Contabilidad no solo se recogen las prácticas de contabilidad más comunes y recomendadas, sino que se hace un profundo análisis del tratamiento que deben llevar las inversiones financieras, inmobiliarias, el fondo de comercio, las subvenciones, las pensiones y las operaciones vinculadas. 

Hay que decir que el Plan General de Contabilidad más reciente data de 2007. Anterior a este existen dos más, el de 1990 y el 1973.  

Dada la extensión de lo que se trata, el Plan General de Contabilidad reciente se divide en: 

  1. Marco conceptual de la contabilidad.  
  1. Normas de registro y valoración.  
  1. Cuentas anuales.  
  1. Cuadro de cuentas. 
  1. Definición y relaciones contables. 

Qué es ‘el debe’ en contabilidad 

Dentro del marco conceptual existen varios principios contables. Entre los más importantes está ‘el debe’.  

El debe en contabilidad comprende todos los ingresos que recibe una empresa y representan un cargo en su cuenta. En el debe se registran todos los incrementos de las inversiones y la disminución de las finanzas, es decir, el aumento de los activos y de los gastos. 

Visualmente se representa en la columna izquierda de las cuentas contables.  

El debe proviene de la época medieval, cuando los banqueros anotaban en sus libros “debet dare” en el momento que alguien dejaba dinero en su depósito. De esta manera, el banquero sabía que “debía” capital y este monto se registraba como ingreso. 

Qué es el haber en contabilidad 

Por el contrario, el haber hace referencia a las salidas y entregas a una cuenta. En este se muestra el aumento de financiación y la disminución de inversiones. Dicho de otra forma, refleja el aumento de pasivos y de los ingresos. 

Al igual que el debe, el origen del haber podemos encontrarlo en los libros de los banqueros en la Edad Media. En ese entonces, cuando un cliente retiraba dinero y tenía esa cantidad, el banquero registraba esa operación con el nombre «debet habere” y registraba eso como una salida de fondos.  

En la actualidad el haber se representa en la columna de la derecha

Libro diario de contabilidad 

Para registrar todas estas salidas y entradas de capital, en la actualidad se usa lo que se conoce como el libro diario de contabilidad, un documento en el que se anotan todas las transacciones diarias de una empresa.  

Si se quiere mantener un orden todas las operaciones deben anotarse día a día, o como mucho en un periodo no superior a un mes. En el libro diario de contabilidad se debe incluir: 

  • Fecha de cada transacción. 
  • Las cuentas involucradas en cada transacción.  
  • El importe de la operación. 
  • Breve explicación de la transacción. 

Aprender contabilidad es imprescindible para acceder a cualquier departamento de administración de una empresa. Pero si lo que quieres es disfrutar de una enseñanza superior en la que te sientas exigido, y en la que realmente te preparen para el día a día de la contabilidad, estudia el Posgrado en Dirección Financiera y Contabilidad de ENEB, la escuela de negocios más pionera de Barcelona.