Tal y como anunciaba el profesor Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía y ex economista jefe del Banco Mundial, las medidas de austeridad no funcionan. La austeridad contribuye a unas balanzas fiscales ridículas y a la parálisis de la economía. ¿Hay alternativa?

Fijémonos en el caso de Islandia. No podemos generalizar ya que las particularidades de cada mercado y economía son diferentes pero Islandia ha reducido el paro al 4% en 2014 con una subida de sueldos del 6% según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿Cómo? Decidió no salvar a los bancos en contra de la corriente y los consejos europeos. En su lugar, ha sufrido un crecimiento de la economía propiciados por el sector del turismo y la pesca, contribuyendo a un crecimiento del 3% de este país.

El debate que aquí se abre es si los focos o pilares de la economía moderna son los adecuados y si estos pueden propiciar un sistema sostenible o bien una remodelación del sistema puede ayudarnos a corregir los fallos de éste: nuevo escenario, nuevas reglas del juego.

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