Seguro que muchas veces has oído hablar de términos en inglés que desconoces, pero hay uno que debes conocer si quieres dedicarte a los negocios: stakeholder. Es importante comprender el significado de este término, y su importancia dentro de la empresa, ya que es un público con mucho poder, capaz de cambiar el rumbo de la organización o alterar su reputación.  

Por ello, cuanto antes sepas qué son los stakeholders, más rápido entenderás cómo funciona una empresa, y tendrás más oportunidades para impulsar tu carrera laboral.  

Qué son los stakeholders 

Los stakeholders, también traducido como “públicos de interés» o «partes de interés», hacen referencia a todas las personas u organizaciones que son impactadas por las acciones de una determinada compañía.  

Este concepto, inventado en la década de los 80, sostiene que todos los grupos de interés son indispensables para que el funcionamiento de una empresa, y por tanto se deberían tener en cuenta en todos los planes estratégicos de negocio. 

Más aún, cuando una empresa triunfa o fracasa, esto afecta no solo a sus dueños, sino también a todos los grupos que la rodean: trabajadores, accionistas, clientes, proveedores y competidores. Por eso, esta visión humanista de la empresa se complementa muy bien con la responsabilidad social corporativa, pues ambas ven las organizaciones como entidades que deben vivir en consonancia con su entorno. Es decir, los recursos que toman deben devolverlos para siempre mantener un equilibrio y lograr que la empresa se siga expandiendo. 

No hay que confundir los stakeholders con los shareholders o accionistas en español, ya que los segundos son uno de los grupos de interés con mayor peso dentro de la empresa. Si quieres aprender más sobre las diferencias entre estos dos terminos y el poder que cada uno tiene en la empresa, te recomendamos estudiar el Master de Administración y Dirección de Empresas

Importancia de los stakeholders 

Como se ha mencionado, los stakeholders son todas personas afectadas por las decisiones de la empresa. No obstante, esto no es un camino de una sola vía, porque los intereses de estos públicos también alteran al desempeño de la empresa.  

Por ejemplo, si los clientes deciden no comprar los productos de la compañía, porque no cumplen las regulaciones medioambientales, el futuro de la organización estará en entredicho.  

Por otro, lado si la compañía aplica medidas para mejorar la satisfacción laboral, es muy probable que los trabajadores se sientan valorados y aumente la productividad en general.  

Hay que tener en cuenta que cada stakeholder tiene objetivos distintos, por eso la dificultad consiste en satisfacerlos todos, sin que eso perjudique el desempeño de la empresa. Tienes que tener en cuenta que las organizaciones son como un ser vivo, por tanto, si hay un grupo de interés insatisfecho, esto afectará directamente al resto de los stakeholder.  

Un ejemplo sería que los trabajadores estuvieran insatisfechos, por lo que si el ritmo de trabajo y calidad final bajan, esto reduciría el valor de las acciones y, por tanto, los accionistas se quejarían. 

Tipos de stakeholders 

Para poder contentar a todos los grupos de interés que existen en una empresa, primero hay que saber cuáles son. Por eso vamos a clasificarlos de dos formas: en primarios y secundarios, y según si son stakeholders internos o externos.  

De hecho, en las escuelas de negocios que presentan mayores índices de inserción laboral, suelen hacer hincapié en esto para que los alumnos que quieren hacer carrera en las empresas puedan elaborar las estrategias más efectivas, y crecer profesionalmente lo más rápido posible. 

Los stakeholders primeros son todos los grupos de interés imprescindibles para que una compañía pueda funcionar. Dicho de otro modo, todos los que tienen un vínculo económico directo con la empresa.  

Por otro lado, los grupos de interés secundarios son aquellos que no participan directamente en la empresa, pero que las acciones de esta les pueden afectar. Aquí entrarían los clientes y la competencia. 

Stakeholders internos 

Otra forma de clasificar a los grupos de interés es dependiendo de su lugar en la empresa. Así los stakeholders internos incluyen a todos esos grupos que tienen una relación directa con ella: 

  • Propietarios. 
  • Directores.  
  • Accionistas 
  • Empleados.  
  • Clientes.  

Hay que destacar que, aunque todos estos grupos entran dentro de una misma clasificación, cada uno de ellos tiene objetivos distintos. En este sentido, los propietarios, directores y accionistas buscan un aumento de las ganancias y del prestigio de la empresa. Mientras que los empleados quieren un salario justo, desarrollar una labor interesante y crecer como profesionales.  

Finalmente, la meta de los clientes es obtener una buena relación calidad-precio por el servicio o producto adquirido. 

Stakeholders externos 

Por otro lado, los stakeholders externos abarcan todos los grupos de interés que tienen una relación directa con ella. En esta amplia clasificación entra:  

  • La administración pública. 
  • Los competidores. 
  • Las asociaciones que defienden a los clientes. 
  • Las organizaciones ecologistas. 
  • Los medios de comunicación. 
  • La sociedad en general. 

Al igual que ocurre con los stakeholders internos, cada uno de estos grupos tiene unos objetivos particulares que se deben satisfacer para que el desempeño y la reputación de la empresa no sufran.  

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