Tras días de duelo y reflexión, a raíz del atentado terrorista en Barcelona -mi ciudad- quiero traer a colación un tema que ha suscitado vivas controversias: la proliferación de noticias falsas o inexactas sobre los hechos acaecidos la tarde del 17 de agosto y días posteriores.

Lo primero a considerar es que no es lo mismo una información suministrada por un particular, habitualmente utilizando las redes sociales, que la facilitada por un profesional de periodismo. A pesar de que en el primer caso a menudo se le da en llamar ‘periodismo ciudadano’. no debemos confundir el quehacer de uno y otro. El periodista debe seguir unas normas para acreditar la exactitud de lo que difunde. Las informaciones falsas pueden ser lanzadas con diversas intenciones. Pero ninguna de ellas se basa en las que deben sustentar el trabajo del periodista. En ocasiones observamos como hechos sin contrastar, simples rumores, o directamente bulos, son difundidos sin contrastar.

El semiólogo Umberto Eco, autor de, entre otras obras, la novela “El nombre de la rosa” (1980), falleció en febrero del pasado año. Poco antes de su muerte presentó su último libro (marzo 2015), “Número cero”, una obra donde, utilizando los parámetros de la novela, reflexiona muy críticamente sobre el mal periodismo o, simplemente, la utilización de la mentira en las informaciones facilitadas. Con fines espurios. Un relato satírico donde analiza «la máquina del fango» (según sus propias palabras) en el que se ha convertido la estructura informativa en la sociedad actual. La utilización de la información como un instrumento más de la contienda política o, simple y llanamente, como un elemento para ganar dinero, sin respetar las reglas deontológicas de la profesión.

En todo caso, los periodistas se ven conminados –de manera tácita o explícitamente- a renunciar a construir sus informaciones con normas éticas y de calidad. Incluso más, se ven impelidos a tender puentes de entendimiento con los poderes fácticos, sean éstos en el campo de la política o la policía, en el mundo de la empresa o de la gestión cultural o lúdica. En el ámbito de la información deportiva es, quizás, donde vemos más habitualmente esta conjura entre las partes y la falta de independencia de criterio.

Hay máximas periodísticas que están pasando a mejor vida. Como la de no mezclar información con opinión, o la necesidad de contrastar las informaciones con, como mínimo, un par de fuentes antes de publicarlas. La norma que impera en la actualidad es mantener buenas relaciones con las personas, entidades o instituciones de las cuales se informa y no ser crítico con ellas.

Hay que decir que no toda la culpa debe recaer en las espaldas de los periodistas. La grave crisis económica se ha llevado por delante, a modo de tsunami, muchos profesionales. Y los que han permanecido han aceptado retribuciones exiguas, que llegan, a veces incluso, a ser miserables, probablemente impelidos por sus necesidades personales y familiares que obligan, en ocasiones, a recurrir a la autocensura.

Caso aparte merece el tema de las duras imágenes que se han podido ver en muchos medios sobre algunas escenas y personas afectadas por el atentado de Las Ramblas barcelonesas. El documento visual es un testimonio de la realidad que debe ser conocido por la sociedad. Si es muy dramático es el deber del medio avisar de la dureza de ese contenido. Es verdad que se deben respetar unas normas como la no identificación de niños.

Por cierto, una regla que no siempre se cumple. Aquí y fuera. ¿Recuerdan la foto de Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado en el Mediterráneo, hallado muerto en una playa de Turquía? Una durísima imagen que dio la vuelta al mundo, realizada por la fotógrafa Nilufer Demir, y que sirvió para conmover muchas conciencias.

Para ampliación sobre la temática:

Umberto Eco (2015). Número cero. Lumen. ISBN: 9788426402042 https://goo.gl/RMkME3
Josep Lluís Micó; João Canavilhas; Pere Masip; Carles Ruiz (2008). La ética en el ejercicio del periodismo: Credibilidad y autorregulación en la era del periodismo en Internet. Estudos em Comunicação nº 4, págs. 15-39. https://goo.gl/MuQ5KF
Joaquín Jareño (). Ética y Periodismo. Desclée De Brouwer. https://goo.gl/Cz2egM
Dr. Joaquín Marqués

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