En la actualidad hay algunos factores esenciales para el éxito de una organización. En el ámbito mercantil, las empresas deben plantearse en primer término su supervivencia a base de un buen posicionamiento en el mercado y del cuidado de sus clientes. Pero hay otros retos para los cuales las empresas exitosas deben estar preparadas.

Sin duda una de las responsabilidades de los chief executive officer (CEO) es prever el futuro próximo y prepararse para los nuevos retos. El desarrollo y actualización de la imagen corporativa es, hoy en día, un factor esencial para el éxito de una empresa. El proceso de globalización económica mundial las obliga a ser conscientes, racionales y agresivas en la planeación, control y cambio de la percepción que los diferentes públicos tienen sobre ellas. El no considerar la importancia de este aspecto puede llevar a la organización no sólo a la pérdida de su reputación, sino a su desaparición misma.

El pensar en una estrategia empresarial determinada debe estar directamente relacionado con lo que la organización desea alcanzar en su misión y provocar en la percepción de sus diferentes audiencias. Una reciente encuesta realizada a nivel mundial por la consultora PWC * pone de manifiesto que los elementos comunicativos van a tender hacia el video y la creación de contenidos en base a historias, preferentemente motivando las emociones de sus públicos.

Una de las conclusiones del citado informe es que el streaming, los servicios de vídeo bajo demanda, el auge de los vídeos en móviles y las mejoras a la hora de descubrir contenido, van a ser claves para crecer.

Pero muchas organizaciones exitosas aún no reparan que para ello deben apostar por construir relaciones. En primer lugar, a base de alianzas estratégicas con expertos en el sector del entretenimiento y los media. Una percepción especialmente apuntada por los directivos españoles frente a un menor número de CEO’s internacionales. Pero también con los clientes y otros stakeholders que deben participar en la confección y difusión de los contenidos de la marca.

Estamos frente a un mundo que cambia a gran velocidad. Lo que el recientemente fallecido sociólogo polaco Zigmunt Bauman acuñó como la ‘sociedad líquida’ o modernidad líquida donde las realidades sólidas de nuestras generaciones anteriores se han desvanecido “dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador”**. Es por ello que otro de los retos es ser ágiles en los golpes de timón de la nave en función de los cambios de escenarios y de los hábitos de consumo de los consumidores (y pensamiento de los ciudadanos).

Los nuevos escenarios que se dan en este nuevo entorno pasan por aportar experiencias vivenciales de mayor calidad. Las organizaciones deben apostar por desarrollar nuevos modelos de negocio y más variedad de servicios que incrementen las experiencias positivas de sus usuarios.

Muchas de esas experiencias ya se están generando en los entornos digitales. Vienen de la mano de la inversión en nuevas tecnologías. La presencia en esos campos se hacen imprescindibles lo que conlleva estar preparados para ampliar las inversiones en innovación y en apostar por realizar constantes análisis de comportamientos para detectar rápidamente los cambios.

Para ampliar las temáticas de este artículo se recomienda leer:

XX Encuesta Mundial de CEOs
Pero, ¿qué es la modernidad líquida?
Zygmunt Bauman y la sociedad líquida
Doctor Joaquim Marquès

Twitter: @Quim_Marques

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